Los libros, la noche y el agua de mandarina me hablan de ti, me sumergen. ríen y me dejan reir. Caminan con las pupilas semi-cerradas y con las puntitas del pie. Se miran las yemas de los dedos que me invitan a tomar un té con tu recuerdo.
Y nada se desmorona.
Besos y galletitas sobre la mesa.
Me desarmas, y aún así me siento completa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario