Es que cada respiro me fascina, me descoloca de mis sentidos y pensamientos y no logro reubicarme a mi espacio terrenal. 

No logro asimilar de qué manera has dado un vuelco tan drástico en mi vida, me aniquilan tus movimientos, tus sensaciones. 

Me sacas de todo contexto físico y me lanzas al espacio infinito, doy vueltas, más vueltas, tantas vueltas que enloquezco. 

Al observarte, al analizar cada detalle de ti, lo que miras, lo que no miras, lo que haces lo que no haces.

Tú y cada molécula tuya, sabe que existe alguien que siente cosquillas y mariposas en el estógamo cada que piensa en ti. Y te quiero.